“El
ciego sol, la sed y la fatiga
por
la terrible estepa castellana
al
destierro con doce de los suyos,
polvo,
sudor y hierro
El
Cid cabalga “
MANUEL MACHADO
Una
serie de Amazon fracasa en su visión de El Cid
El sabor del Romancero (Dios que buen
vasallo si tuviera buen señor ) , de los héroes capaces de entregar su vida a
la más esforzada de las causas, se percibe y dibuja en El Cid , la película de Anthony Mann, producida en 1961 por Samuel
Bronston y que se ha convertido en un icono de la épica en el séptimo arte .
Me he referido a esta singular
obra maestra en mis libros “Charlton
Heston la épica de un héroe “ (EIUNSA 1999) y Anthony Mann (Film Ideal 1997
).
En estas Navidades la poderosa Amazon ha lanzado una presunta superproducción
denominada El Cid . Las criticas han sido mayoritariamente negativas y no
parece que la serie vaya a remontar el vuelo .
El
Cid-TV es una serie de
televisión española de acción, historia y drama producida por Zebra
Producciones para Prime Video. Está protagonizada por Jaime Lorente, José Luis
García Pérez, Elia Galera, Carlos Bardem, Juan Echanove, Alicia Sanz .
Luis Arranz y Adolfo Martínez
Pérez firman el guión de los cinco episodios disponibles , y desde luego quedan
muy lejos del equipo que dirigiera Philip Yordan en 1961 para la mítica
producción de Samuel Bronston .
Por si fueran poco las desdichas, el
desafortunado y poco brillante actor protagonista, Jaime Lorente, se descolgaba
horas antes del estreno con un comentario sobre las “ gentes de derecha y extrema derecha “ que se iban a enterar
viendo la serie . El desastre fue tal
que cundió el pánico y el actor hubo de recurrir a los familiares – que al
parecer tiene en el PP – para que le
apoyaran en redes sociales . Entre ellos su posible primo y presidente de
Murcia que publicó un tweet en el que el único dato que leíamos era que como
Lorente es murciano seguro que la serie estaba bien .
Después se demostró que el medio de comunicación
HUFFINGTON POST manipuló ligeramente las
palabra del actor . En cualquier caso su explicación resulta defectuosa
,seguramente por su escaso bagaje cultural . Más o menos debió querer decir que
su serie huía de politizaciones y que las personas de ese espectro político
iban a aprender historia . Fracaso
total, porque Lorente – que en marzo ya dio la nota con unas ridículas
declaraciones contra VOX ( es decir, contra sus millones de votantes ) ha
demostrado que no conoce el personaje, ni la historia, y que se limita a
repetir lo que le pasan sus jefes de prensa .
Es obvio que El Cid es Charlton Heston y que
el empeño de repetir el personaje estaba condenado al fracaso, pero lo cierto
es que Jaime Lorente no tiene personalidad ni carisma para encarnar a Rodrigo
Díaz de Vivar en ningún concepto . Su interpretación ni siquiera es mala es que
parece un tipo de la calle disfrazado de caballero medieval .
El
Cid histórico
Don Ramón Menendez Pidal res el máximo experto cidiano y nadie ha podido rebatir sus
tesis . Por otra parte su magnífico libro El Cid Campeador ( publicado por
Austral ) es un volumen complejo , lleno de datos y que describe las aristas y
trayectorias del héroe .
Cuando la historia se
convierte en leyenda hay que contar la leyenda – nos recordó John Ford en El
hombre que mato a Liberty Valance - . Y
el Cid se convirtió en legendario ya con los romances y el Poema del Mío Cid .
Luego vendría Corneille (Le Cid ) o Guillén de Castro (Mocedades del Cid ) .
La vertiente histórica la he analizado en mi
intervención en el programa Tiempos Modernos , de Fernando Paz ( 2019 )
https://www.youtube.com/watch?v=Y12nuauTZxE&t=443s
y en la entrevista que me brindó Jose M.
Francas .
A
vueltas con la serie
El director de los capítulos de la serie es
Adolfo Martínez Pérez, cualquier similitud con el gigantesco Anthony Mann es
mera coincidencia .
Solo he visto un episodio ( y a velocidad
rápida a veces ) de la serie de Amazon y no la voy a continuar . Ni me parece
interesante ni creo que aporte nada al Septimo Arte . Se podría haber indagado
en algún aspecto cidiano sin querer abarcar todo el personaje que ya quedo
fijado en el clásico de Anthony Mann . Pero lo único que se dibuja es mediocre corrección
política e incapacidad para acercarse al héroe . Es evidente que si Rodrigo hubiera sido el
de esta serie nadie le habría cantado romances ni se hubiera compuesto el Poema
del Mio Cid o el Carmen Campidoctoris .
La serie parece un actualización vulgarizadora
de la Edad Media Lo relevante no es la exactitud histórica
total . No estamos ante un tratado científico . Pero así como el Cid de Mann y
Bronston tenía vida y alma , el actual es de usar y tirar , para gastar alguna
hora perdida . Si de algo sirve este
mini Cid es para comprobar la monumental diferencia que existe entre un colosal
Charlton Heston que se convierte en Rodrigo Diaz de Vivar a base de físico,
talento y esfuerzo (Heston leyó los libros de Pidal y estudio de forma
concienzuda el personaje ) y el actual
de cuyo nombre no queda ya ni la huella .
La obra maestra con Charlton Heston
El Cid es la historia de un
héroe leal a su rey y valeroso hasta la extenuación , que sabe amar ( la
reconciliación con Jimena es un momento mágico de romanticismo y belleza ),
cumplir con su deber ( la jura de Santa Gadea en la que obliga al Rey Alfonso a
jurar que no tuvo parte en la muerte de su hermano don Sancho ), pelear ( el
juicio de Dios de Calahorra , un ejemplo de montaje y puesta en escena
absolutamente antológica ) , perdonar ( España tiene por fin un rey, le musita
herido de muerte al rey Alfonso cuando éste reconoce por fin su error y corre a
su lado ) y morir ( la antológica escena de la muerte de Rodrigo – El Cid –
agarrado al brazo de Jimena y haciéndola prometer que a la mañana siguiente
habrá de conducir a sus tropas a la victoria, vivo o muerto .
Héroe y patria dibujados en el horizonte , un héroe humano capaz de hacer jurar un rey y dar de beber a un leproso , una patria –España – en la que caben todos aquellos que la sientan como tal sean cristianos o moros , plebeyos o nobles . Un caballero andante que traspasa las puertas de la Historia para entrar en la leyenda . Una película épica y lírica que conjuga acción y belleza , poesía en su más elevado nivel . Algunos críticos de la época ( muchos no supieron comprender su calidad ) calificaron El Cid como un western medieval atendiendo al estilo de Anthony Mann (Winchester 73, La puerta del diablo, Colorado Jim, El hombre de Laramie , El Hombre del Oeste ) Jorge Luis Borges denomino al western como la épica del siglo XX. El Cid alumbraría de este modo ese abrazo perfecto de la poesía, el paisaje, el heroísmo y la pasión
Cuantos se acerquen a
redescubrir o ver por primera vez esta obra maestra no solo vivirán tres horas
inolvidables en la Edad Media ( como señalara Julián Marías en su brillante
análisis de la película escrito además en el momento de su estreno lo cual es
doble mérito ) sino que sentirán en su alma las entrañas del Romancero de
España
Cine
de Navidad
En esta Navidad podemos revisar clásicos maravillosos como Qué bello es vivir (Frank Capra , 1946 ) La gran familia (Fernando Palacios 1962 ) . Cine de Navidad (De ilusión también se vive, Navidades blancas , Un padre en apuros , Muchas gracias mister Scrooge …) cine de fe (Natividad ), podemos escuchar por enésima vez a Bing Crosby o la mítica El Tamborilero (Raphael , por supuesto )
.
Y si sentimos deseos de adentrarnos en el
mundo del Cid, nada mejor que la obra maestra de Anthony Mann .
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