Escucho el silencio derramado
por tu voz vacía y
exangue,
Siento
la caricia de tus manos
que se escapan como
el agua
por sus cauces .
Y ahora en la
soledad del sueño
quisiera estar
despierto
y gritar tu nombre .
Añoranza del deseo y de la vida
nostalgia de belleza abandonada
en un desierto tan yermo,
tan inerme .
Locura de vigilia y de esperanza
embriagadas de silencio cada noche
de silencio y de añoranza .
Así lloran los anhelos arrancados,
las ramas rotas de tu cuerpo
y de mi sangre .
No puedo despertar pues no respiro,
¿quién quisiera regresar entre las sombras,
la tormenta y sus heridas,
la voz muriendo en la garganta
y el alma muda y sola ¿
Enciende , llama perpetua del amor,
prende en la vela, incendia mi vida ....
y descansa después ....
La dulce misión estará entonces cumplida.