En la noche oscura,
donde el silencio se rompe
en estrellas blancas .
En la mañana dulce,
en la tarde pálida,
dentro de mi alma,
yo buscaba.
¿Donde la vida esconde
su secreto ?
¿En qué lugar oculto
se halla la esperanza ?
Buscaba en el corazón
y no encontraba.
Buscaba en los pliegues
recónditos del pensamiento,
pero no encontraba .
Y los días seguían su curso,
y las noches cerraban su manto,
y el alma se anegaba en llanto
porque la paz no era
sino un sueño,
una imposible quimera.
Rezé en silencio
con mi alma abierta,
llorando
sin lágrimas
añorando una respuesta .
Yo, sin saber, te buscaba .
Días, horas, instantes,
el tiempo ahoga
cuando el vacío nutre de sangre
las entrañas.
Yo, sin saber, te buscaba .
El milagro , ¿ dónde se oculta ?
la esperanza, ¿ cómo atraparla ?
La respuesta estaba cerca,
dulce, sensible,
enamorada .
Y eras tú , y yo te buscaba .
Y te encontré ,
y entonces cesaron las palabras
porque el amor
fundió el sueño y la esperanza,
la vida y el aliento
en tan solo una mirada .
Tu regalo no fue la tierra perecedera,
sino el oro del espíritu,
el verso, la flor y la mirada.
Qué divino regalo recibir en mis ojos
el fuego de los tuyos,
sentir en mi alma
el calor de tu aliento, adorada princesa de los sueños blancos.
Blanca, azul, desnuda
donde el silencio se rompe
en estrellas blancas .
En la mañana dulce,
en la tarde pálida,
dentro de mi alma,
yo buscaba.
¿Donde la vida esconde
su secreto ?
¿En qué lugar oculto
se halla la esperanza ?
Buscaba en el corazón
y no encontraba.
Buscaba en los pliegues
recónditos del pensamiento,
pero no encontraba .
Y los días seguían su curso,
y las noches cerraban su manto,
y el alma se anegaba en llanto
porque la paz no era
sino un sueño,
una imposible quimera.
Rezé en silencio
con mi alma abierta,
llorando
sin lágrimas
añorando una respuesta .
Yo, sin saber, te buscaba .
Días, horas, instantes,
el tiempo ahoga
cuando el vacío nutre de sangre
las entrañas.
Yo, sin saber, te buscaba .
El milagro , ¿ dónde se oculta ?
la esperanza, ¿ cómo atraparla ?
La respuesta estaba cerca,
dulce, sensible,
enamorada .
Y eras tú , y yo te buscaba .
Y te encontré ,
y entonces cesaron las palabras
porque el amor
fundió el sueño y la esperanza,
la vida y el aliento
en tan solo una mirada .
Tu regalo no fue la tierra perecedera,
sino el oro del espíritu,
el verso, la flor y la mirada.
Qué divino regalo recibir en mis ojos
el fuego de los tuyos,
sentir en mi alma
el calor de tu aliento, adorada princesa de los sueños blancos.
Blanca, azul, desnuda
mirada
la encontré cuando buscaba,
y ahora todo es esperanza .
y ahora todo es esperanza .