lunes, 6 de mayo de 2013

ALEJANDRA PIZARNIK. LA PASION DE LA POESIA







La rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos. (Alejandra Pizarnik )



   La poesía arrebató la vida de Alejandra Pizarnik ( 1936-1972 ), poetisa y mujer, argentina de ascendencia eslava, admiradora de París, Janis Joplin, la condesa Bathory y  Julio Cortázar .
  Acaban de publicarse de nuevo sus Diarios escritos desordenadamente entre 1952 y 1972 . En ellos la mujer y escritora desgrana sus pesadillas, ensaya sus poemas y vuelca trozos de su intimidad : la infancia, sus ancestros , la familia, el idioma, la sexualidad, la muerte, la soledad, el amor…

  Alejandra Pizarnik pobló su periplo vital de poesías desgarradas, gritos de carne y sangre, sexo y pasión, desesperanza y pasión.  No fue comprendida ni conocida en su tiempo, hoy es una de las más grandes creadoras de poesía de todo el siglo XX .

Alejandra "subordinó totalmente su vida a esas noches en que escribir es una tarea alucinada" "experimentando los paraísos artificiales" de Baudelaire para "explorar zonas fronterizas de conciencia".

 Descubrir sus versos es horadar un secreto profundo , penetrar en los rincones más profundos del alma . No se puede escribir sobre Alejandra sin sentir la fascinación de su mirada perdida, su aliento poético, su tragedia íntima .

“ La noche tiene el color de los párpados del muerto .La muerte de mi padre alumbró mi propia muerte “.

En “Vértigos o contemplación de algo que termina”, segundo poema de “Extracción de la piedra de locura”, escribe Alejandra: “Esta lila se deshoja / Desde sí misma cae / y oculta su antigua sombra./ He de morir de cosas así”.

Es en este libro mágico  donde se percibe el drama de su abismo personal , igual al que sintieron y sufrieron  sus poetas malditos tan amados, en especial Rimbaud, Lautréamont y, más cercanamente, Antonin Artaud.

   Alejandra Pizarnik ha renunciado a la vida y con ello ha transgredido  toda clase de códigos dibujando experiencias límites de locura y muerte.




¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
ero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo








Su obra poética recopilada en una bella edición de Obras Completas (Editorial Lumen ) se compone de las  siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia» en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965, «Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas», publicación póstuma en el año 1982. Todas ellas impresionantes . líricas, entre el surrealismo, el erotismo y la poesía pura . No se parecen a nadie, son ella misma .

Alejandra Pizarnik pasa una nueva temporada en el hospital psiquiátrico , la “cárcel “ según sus intimos escritos .
Logra salir para un permiso , sus amigas no creen que deban alarmarse pese a que ha tenido varios intentos de suicidio que no terminan de tomarse en serio .


En mi mirada lo he perdido todo.
Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay. “.


Pero el 25 de septiembre de 1972 enn el 980 de la Calle Montevideo de Buenos Aires, departamento C del séptimo piso, 50 pastillas de Seconal sódico son ingeridas por escritora de  36 años que teme a la locura y a la vejez aún lejana . Que ha llegado a escribir con patetismo : “dediqué mi vida a la poesía y ahora descubro que la poesía no le importa a nadie



En aquella habitación, junto a su cuerpo, encontraron escrito en un pizarrón: “No quiero ir nada más que hasta el fondo”. Su cuarto  decorado con fotos de Greta Garbo y discos de Janis Joplin, estaba lleno de muñecas destartaladas y maquilladas, libros apiñados , lápices de colores que ella coleccionaba como manía personal y los papeles dispersos de sus últimos escritos y poemas .


  En mi obra de teatro Tres poemas de mujer ( en producción ) he recreado los ultimos momentos de Alejandra Pizarnik. La obra cuenta el desenlace vital de tres poetisas de destino trágico : Delmira Agustini, Alfonsina Storni y Alejandra .


  En sus escenas Pizanik se enfrenta a su vida y a su muerte en compañía de su amiga intima la escritora Olga Orozco . Pasa revista a su pasado, sus ilusiones, sus amores y desamores (Alejandra sufrió terribles desengaños, amó a hombres y mujeres y solo encontró la sombra de la poesía, su unica compañera fiel ).


 “ Mi cuerpo se revuelve, hago el amor con la poesía, músculo a músculo, tarjeta a tarjeta

     No hay más palabras , ni más reflexiones, solo su poesía, sus versos, su vida ,  Alejandra Pizarnik .



  
 




Todo continúa igual.
Alejandra Pizarnik tenía 36 años.
Y todo continuará igual.
Aquel verano que no pudo acabar,
ni lo podrá hacer ahora.
Todo puede ser nada
MARIBEL MARIN JIMÉNEZ