A lo largo de varias décadas Julian Marías (1914-2005 ) escribió artículos de cine en diversas publicaciones como “LA Gaceta Ilustrada y “ABC “ . Luego aparecieron en forma de libros : “Visto y no visto” y “El cine de Julián Marías “.
Ya en “Introducción a la filosofia “ 1947 e “Imagen de la vida humana “ 1953 , Marías reflexionaba sobre la importancia y posibilidades del cine en la vida contemporánea . Aplicando los esquemas de la razón vital – la vida como realidad radical y la razón narrativa como método de conocimiento – encontramos que el cine presenta originales escorzos de vida humana ; el cine , al fin y al cabo, cuenta historias y sirve para ampliar de forma extraordinaria el horizonte vital de las personas .
Julián Marías lo expresaría de forma diáfana : “Y entonces descubrí algo inesperado y acaso aún más interesante : que puede haber una antropología cinematográfica , porque el cine es, con metodos propios, con recursos de los que hasta ahora nadie había dispuesto , una indagación de la vida humana “. En el año 1992 , y siguiendo esta estela creada por el maestro, escribí “Antropología del cine “ (Editorial CILEH ) donde traté de desarrollar los sugestivos caminos de una visión antropológica humana a través del séptimo arte .
El cine , en definitiva, es como un mirador, la perspectiva cinematográfica primaria , “ permite la contemplación de la escena – la calle en este caso- sin sacarnos de ella “.
La riqueza de los articulos de Marías ( que recordaba cómo intentó inspirar el amor al cine a su maestro Ortega a quien de vez en cuando llevaba a las salas de proyección ) dedicados al séptimo arte es inmensa . Reflexiones sobre el sentido épico de la vida cotidiana ( un homenaje al “western “ ),, el tiempo, la recreación de los mitos la visualidad y la imaginación, constituyen todo un cuerpo de antropología cinematográfica de extraordinaria riqueza y originalidad.
Y los comentarios sobre películas, Marías admiraba a Chaplin y a Keaton, a Greta Garbo ( “ genialidad “ es su nombre ..esa escena mágica de su rostro en Queen Christine ) y a Marlene Dietrich, a Gary Cooper , Spencer Tracy, Ingrid Bergman , Charlton Heston y John Wayne , obras maestras como “San Francisco “ de W.S.Van Dyke, “Las campanas de Santa María “ de Leo McCarey , “LA fiera de mi niña “ de Howard Hawks, el cine entero de John Ford, Fritz Lang, Carl Theodore Dreyer, el “western “, las adaptaciones de Simenon , la imaginación de Berlanga, las mejores obras de Rafael Gil (Eloisa está debajo de un almendro ), ... es antológico su extenso comentario sobre “El Cid “ de Anthony Mann, una de sus películas favoritas, (“tres horas en la Edad Media “, la denominó )... y por supuesto Hitchcock, Vidor, De Mille, Capra, Wyler, Billy Wilder, lo mejor de Fellini , Renoir, Visconti ... Era consciente del generalizado descenso de calidad del cine moderno , pero gustaba las buenas aportaciones de Coppola, Scorsese, Steven Spielberg , Woody Allen o José Luis Garci.
Pasear por las páginas de “El cine de Julian Marías “ (Royal Books 1994 ) es una delicia, un viaje apasionante por hermosas películas descritas con lenguaje sencillo, con estilo personal, con la inocencia de un espectador culto que trata al cine con respeto y admiración . Marías contaba a menudo que él iba al cine por placer , no por obligación . Este placer se trasluce en sus escritos de cine y se contagia de forma maravillosa al lector . Es la magia de la escritura, y desde luego el maravilloso y sencillo talento de Julian Marías para recrear las imágenes de la vida humana .