Antonio Mercero ( marzo 1936- mayo 2018 ) director y guionista de cine y televisión
español, conocido sobre todo por sus series Verano
azul, Farmacia de guardia y Crónicas de un pueblo, y por su premiado y
mítico La cabina
En la memoria televisiva de varias
generaciones hay un pueblo que marcó un
hito en la televisión en España. ¿Quién no recuerda Puebla Nueva del Rey
Sancho? Era el escenario natural de Crónicas
de un pueblo. Rodada en la localidad madrileña de Santorcaz, fue una serie
mítica, emitida entre 1971 y 1974 y que
ya contenía todo el talento, la cercanía y la emoción del estilo de Mercero.
Cuentan las historias más o
menos veraces que la idea de la serie se debió al entonces vicepresidente del
Gobierno, Luis Carrero Blanco y al
entonces director General de TV : Adolfo Suárez . Pero las intenciones
políticas de las historias , más allá de la lectura ocasional de sorprendentes –
para algunos – artículos del Fuero de los Españoles se diluyen – si es que las hubo en algún
momento – en la simpatía y verismo de
los personajes y en la humanidad de las historias Y por supuesto en los valores positivos que
consagra, el respeto, la libertad, la integración social, el progreso, el
aprendizaje. En todo caso sorprende la limpia modernidad , el cariño y la
caracterización de todos los personajes .
Hay episodios de homenaje a
los cómicos (La pirueta , Un problema de
cultura ) , costumbristas con
notable presencia de personajes femeninos (Las
turistas , Los compradores , La termas
de Puebla Nueva, Braulio tiene un problema, Los sobrinos de Don Justo ), otros
emotivos como la despedida del maestro o
la llegada de la nueva docente . Hay homenajes al mundo del teatro , a las profesiones más diversas y
tradicionales (EL paseo, El pequeño
dinamitero , La visita de la
inspectora , Las cosas del Amargo ) ,
a la creación artística , los niños
suelen tener gran protagonismo, es un pueblo vivo porque se compone de personas
reales, de carne y hueso . Escorzos de vida humana diría Julián Marías
Crónicas
de un pueblo es una magnífica serie coral en la que todo su universo giraba
en torno a don Pedro, el alcalde (Fernando Cebrián), el cura (Francisco Vidal
), Don Justo (Santiago Rivero ), , el
Guardia Civil Tomás (Juan Amigo) y don Antonio, el maestro (Emilio Rodríguez).
A estos se unían otros personajes como Goyo, el alguacil (Antonio P.
Costafreda), Braulio, el cartero (Jesús Guzmán), Dionisio, el conductor del
autobús (Rafael Hernández) y Marta, la boticaria y concejala (María Nevado) y,
por supuesto, los niños de la pequeña escuela del pueblo . Ya desde su inicio
Mercero demostró que era una especialista en comprender y retratar el mundo
infantil y, por supuesto, sabía como dirigir a los jóvenes actores
Si Cebrián y Emilio Rodríguez bordan sus
personajes, Jesús Guzmán ( nacido en 1926 todavía con nosotros a sus noventa y
cuatro años ) aún es reconocido en la
calle por su papel entrañable del cartero.
Francisco Vidal también sigue en activo y en su encarnación de cura
cercano , simpático y positivo imparte lecciones de interpretación en cada
episodio .
Antonio Mercero (o Antonio
Giménez Rico, o Julio Coll -como directores de la serie-) , Juan Farias y Juan Alarcón -como guionistas-
fueron los artífices del éxito. El recuerdo no se ha evaporado, sigue presente. Pero quiero recordar ahora uno de los
episodios, una auténtica y pequeña obra maestra
: Adios a la felicidad ,
MERCEDES
ALONSO PROTAGONISTA DE ADIOS A LA FELICIDAD
Todos los protagonistas aparecen en el reparto de este episodio con guion de F.
Santiuste y dirección de Antonio Mercero .
El relato es original, una mujer joven, independiente, artista, pasa
unos días en casa de la familia del alcalde y pinta obras abstractas para una exposición.
La mujer da charlas en el colegio reflexionando sobre la mirada en el arte,
sobre la libertad creativa . Y en un encuentro casual Don Justo (
extraordinario el veterano Santiago Rivero ) , hombre adusto de unos setenta
años que vive solo en el pueblo traba conocimiento con ella y se enamora . Al compas del
Let it be adaptado que acompaña las imágenes, con un estilo suave y fresco,
Mercero que sigue la estela de Truffaut y prefigura lo que después sería una de
las constantes del primer Garci logra
momentos inolvidables . LA alegría de vivir del señor que rechaza el agua
caliente en la cama que le prepara su ama de llaves y encarga sus mejores galas
, la amiga de Leonor – la mujer – que advierte de la bella historia romántica
que el hombre se ha creado en su mente , el instante antológico de la comida en
casa del alcalde con Don Justo, Leonor,
el maestro, el cura , la mujer del alcalde , cuando el hombre al no dejar de
mirar a su amor vierte el agua sobre la mesa Rebosando la copa .
Y la despedida de Leonor que no encuentra al
hombre en su casa y le da recado al ama de llaves ( que poco antes le había advertido
que no se hiciera ilusiones con una mujer tan joven ). Y el desenlace poético entre lágrimas de
inusitada belleza narrativa .
Una joya a redescubrir que por fortuna está
editada en DVD en la colección completa de Crónicas
de un pueblo y se puede encontrar además en los archivos de RTVE a la carta
.
Leonor es Mercedes Alonso en
estado de gracia, bella y encantadora , absolutamente arrebatadora .
Mercedes Alonso nació en Santander en agosto de 1940 . Muy joven comenzo a destacar en comedias populares : Las chicas de la Cruz Roja (1958), de Rafael J. Salvia, Quince bajo la lona (1958), de Agustín Navarro, La casa de la Troya (1959), de Rafael Gil o Aquí están las vicetiples (1961), de Ramón Fernández.
Fue el
papel protagonista en la divertida Margarita se llama mi amor (1961), de
Ramón Fernández, el que la convirtió en
una maravillosa aunque fugaz estrella .
Luego intervino en westerns como Una tumba para un pistolero y más tarde
centra su carrera en teatro y en
televisión. Sobre las tablas interpreta La
decente (1977), de Miguel Mihura, El
huevo de Pascua (1981), con Arturo Fernández y Lentejas con brillantes (1982), de Pierre Chesnot, junto a José
Sazatornil y Aurora Redondo .
En cine la volvimos a ver en El nido
y Mi general (Jaime de Armiñán, 1980 y 1987) y Más allá del jardín (Pedro Olea, 1996).
Y de nuevo con Mercero apareció en Farmacia
de guardia (1991-1995), interpretando a Begoña, una de las amigas de
Lourdes Cano (Concha Cuetos)
Mercedes
Alonso es la mujer independiente, fascinante, sencilla y a la vez compleja de
esa Adios a la felicidad, en la que Antonio Mercero emociona en su retrato
de ese amor tan mágico como imposible . Basta apenas media hora, un puñado de
actores excepcionales, retazos del Let it
be en la banda sonora y la mirada y la figura de Mercedes Alonso . Material de estrellas,
material de sueños
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