miércoles, 4 de febrero de 2015

LA LARGA MARCHA DEL CAMBIO







La exhibición de fuerza de PODEMOS , o tal vez mejor decir el partido de Pablo Iglesias ¿ , a la vista de que hasta el momento es el único activo de la incipiente organización , en la manifestación del 31 de enero tiene precedentes desde luego en la historia política del siglo XX . Entre ellos la Marcha sobre Roma organizada por Benito Mussolini en 1922 o las de los partidarios de Perón  cuando el general permanecía aún arrestado pero ya dispuesto a acceder al poder presidencial el 17 octubre de 1945.

  Incluso el slogan de los carteles oficiales :    Marcha del cambio, evoca el otro “ cambio “ , el que prometiera en 1982 Felipe González en las elecciones de 1982 que le llevaron al Gobierno y la mayoría absoluta .

   Hay más semejanzas dado que en las tres citadas el referente personal era fundamental para vender a la población ese cambio, es decir , para personalizar en alguien concreto ese ansia de arrumbar lo viejo y caduco y levantar una bandera ilusionante frente al pasado . En esos tres ejemplos eran el propio Mussolini – expulsado del Partido Socialista Italiano a causa de su radicalismo y que luego inventó los fascios - , Perón arquetípico de un movimiento que se llamaría – y se llama – peronismo al margen de cualquier doctrina concreta , y Felipe González cuya imagen sonriente  se difundió en todos y cada uno de los rincones de España .
  Ahora es Pablo Iglesias y su peculiar “ look “ de imagen novedosa el que personifica ese presunto cambio . Su origen es evidente, aunque ahora le convenga difuminarlo : la extrema izquierda universitaria, el comunismo y – reconozcamos su novedad – el tamiz del bolivarianismo izquierdista de Hugo Chavez . Es un punto importante pues no es lo mismo la formación marxista clásica europea de la fecundada por ese cúmulo de contradicciones que constituye el llamado bolivarianismo y que en absoluto es del todo mimético con la izquierda clásica .
  Sea como fuere el rumbo de ese cambio que el cartel de PODEMOS situa en un casi agresivo “ adelante “ , futuro en forma de flecha , no parece tener aun contenidos fijos más allá de la huída del pasado , el repudio de lo viejo o la novedad relativa – para ellos – de esquivar la clasificación convencional entre derecha e izquierda al pretender cambiar las reglas del juego y el escenario .
  El cambio no es pequeño y no puede comprenderse desde los viejos esquemas intelectuales, hay que aprehenderlo desde sus propias bases . Y para ello lo mejor es leer los escritos políticos de Jorge Verstrynge , el antiguo secretario general de Alianza Popular que recorrió un particular y sufrido giro intelectual narrado con detalle en sus apasionantes memorias : Casi un maldito .  La combinación de admiraciones opuestas como la revolución y De Gaulle, el jacobinismo ilustrado , dibuja un universo que – repetimos – se escapa a la comprensión desde la óptica del sistema vigente .
 Claro que nada en la historia es nuevo . El futurismo de Marinetti rompía con el pasado de forma estruendosa – como de forma más brillante lo haría el surrealismo - , Serguei Eisenstein titulaba una de sus películas :Lo viejo y lo nuevo . Y en España Ramiro Ledesma Ramos rompía de forma estentórea con el pasado buscando la inspiración del futuro en la Italia, la Alemania e incluso - ¿contradicción o no ¿ - con la Rusia de entonces .

  ¿Hacia donde camina Pablo Iglesias ¿ . Una vez controlada la naciente organización con mano férrea, una vez heridos de consideración sus mediocres lugartenientes Errejón y Monedero que se empiezan a comportar como la más rancia casta , identificada la operación Tania Sánchez para hacerse con la estructura de Izquierda Unida ....
¿Qué se esconde detrás de esa flecha que quiere empujar hacia un cambio que casi toda la sociedad reclama pero que muy pocos definen con verosimilitud ¿.

  Veamos su ultima proclama :

Carl Schmitt decía que solo están en disposición de exigir obediencia y lealtad aquellos que, encontrándose en la cúspide y/o en la antesala del poder, puedan garantizar el bienestar de las gentes

 Curiosa y acertada cita de un conservador aleman ,  Carl Schmitt ( 1888-1985 ) uno de los grandes intelectuales del siglo XX .

 Y sigue :

existe una mayoría ciudadana conformando un nuevo bloque histórico. Un bloque histórico que, partiendo de una multitud heterogénea de demandas incapaces de ser canalizadas ni por las instituciones ni por los actores contrasistémicos tradicionales, se está constituyendo en una identidad colectiva nueva a través de nuevas formas de reconocerse como un sujeto colectivo con capacidad de disputar el poder. Nuevos símbolos, nuevas formas de emocionarse en común, nuevos líderes que actúan como catalizadores y cohesionadores de todas esas insatisfacciones hasta hace poco desarticuladas. En definitiva, una nueva mayoría política en construcción. Mayoría heterogénea pero cohesionada en torno a un enemigo común a batir, la casta política y los intereses a los que esta sirve, y a un proyecto de país nuevo que está aún cimentándose pero que ya se sitúa en condiciones de ser alternativa real de poder al bipartidismo.

  La gente . King Vidor – conservador – expresaba lo mismo en su magnífica película “EL pan nuestro de cada día “ 1934 , y John Ford – conservador – filmaba en 1940 Las uvas de la ira “  en cuya escena más emotiva la madre de la familia protagonista, Ma Joad (Jane Darwell )  musitaba palabras como estas :    Pero nosotros estamos vivos, y seguimos caminando. No pueden acabar con nosotros ni aplastarnos; saldremos siempre adelante, porque somos la gente “.



¿Cómo se compadece esto con la anarquía de organización, la inexistente idea de España o la siempre tétrica sombra del comunismo amenazador y totalitario ¿.

  El ascenso al poder de Syriza con su cambio de imagen, su pacto con la derecha nacionalista griega – que comparte , al igual que Marine le Pen en Francia no pocos de sus postulados básicos – sirve por un lado de anticipo , por otro tal vez de antídoto . Aún es pronto para adivinar el futuro . Pero entretanto Iglesias ha encargado un programa económico menos radical a un equipo de economistas socialdemócratas más o menos puros, ha revisado sus propuestas más agresivas – que nadie había leído en el programa original como nadie conocía el Programa Máximo del PSOE vigente durante décadas – y trata de esquivar los golpes que la realidad puede morder en la ilusión que indudablemente ha hecho prender en un sector importante de la población . El Programa Máximo del PSOE redactado en 1888 y que permanece en todos sus Congresos aunque como sea como reliquia vetusta, coincide casi punto a punto con el programa inicial de Podemos, que ya ha sido apresuradamente modificado .

El Partido Socialista declara que tiene por aspiración
1.                    La posesión del poder político por la clase trabajadora
2.                    La transformación de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva, social o común
 (.....)Que esto no puede conseguirse sino transformando la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad común de la sociedad entera “

Iglesias tiene la suficiente perspicacia para haber comprendido que ese sector – casi de masas a la vista del 31 de enero -  es muy heterogéneo . Y al igual que otros líderes carismáticos que le precedieron , no lo podrá mantener a su lado desde una posición de extrema izquierda convencional .  Es esta la primera lección que los adversarios suyos deben apuntar . Los apoyos de Iglesias o ese zambombazo electoral que escribe una y otra vez Verstrynge son variopintos, heterogéneos y en absoluto controlables desde una esquina política convencional .
¿Cómo mantenerlo entonces sin bases sólidas, sin equipo contrastado y ante la perspectiva de la siempre dura pero inevitable realidad ¿.
  No responderemos a esa pregunta porque la misma corresponde a sus ideólogos que – me temo – son muy reducidos, porque para triunfar van a tener que borrar en buena medida las huellas de su formación anterior y cambiar sobre sí mismos una y otra vez .
  Pero sí se pueden apuntar varios vacíos estruendosos que dejan a Iglesias y a Verstrynge al socaire de la realidad y al margen del tiempo .

a)      El sistema precisa un cambio . Una regeneración incluso  , más allá de una lampedusiana reforma . Pero el fondo no puede ser – ni será nunca – el nihilismo, el buenismo o la renuncia absoluta a defender valores morales .
b)      La cierta crisis de la organización territorial del Estado precisa una alternativa sólida y razonable . Y de forma previa una idea de España , la España inteligible de Julián Marías ( libro que deberían releer los ideólogos del cambio ). Si a cada región se le comunica un programa diferente, si se renuncia a la idea de nación como proyecto sugestivo , como unidad universal , cualquier programa estallara en pedazos , cual reinos de Taifas , al enfrentarse con el mundo real . No es posible un cambio para España si uno reniega de la propia España , de la propia historia, de la propia raíz . En este punto no parece que Bolívar o el jacobino Verstrynge hayan insistido demasiado .
c)      La idea de Europa vigente en Bruselas y pergeñada en Alemania no es desde luego la única posible. Tal vez tampoco la mejor . Los Estados Unidos de Europa seguramente son una ficción porque las diferencias entre las viejas naciones europeas son grandes en historia, costumbres y pensamientos . Y algunas como España no pueden dejar de mirar hacia América .

Pero al igual que no se puede prescindir de España para forjar una alternativa, la solución para Europa no es disolver de forma radical sus lazos de unión , ni cerrar sus fronteras , ni dejar de pensar en el propio esfuerzo para salir adelante . Ni – finalmente – olvidar o borrar las raíces cristianas de Europa porque ello supondría cortar su raíz , su simiente intelectual , su aportación a la cultura universal .

d)      La economía no puede ser el unico objeto del sistema . O peor aún unas estadísticas macroeconómicas que en más de una ocasión parecen irreales al no tener encarnadura alguna en la vida cotidiana de las personas . Pero si las recetas de los últimos tiempos han degenerado en porcentajes inaceptables de corrupción, desigualdad y pobreza , la alternativa del cambio de ninguna forma pasa por volver a ensayar las fórmulas aún más antiguas y fracasadas de forma dramática del socialismo de Estado, el intervencionismo a ultranza o “ la economía de vudú “ que algunos ingenuamente proclaman creyendo que los panes y los peces – sin intervención divina – se van a multiplicar para que todos queden satisfechos . Y la peor senda para el cambio es el acoso a la clase media que supone la estabilidad de cualquier sistema y la garantía de una cierta justicia social al permitir el cambio, la renovación de las elites o la movilidad .
Ni la austeridad impuesta – que nunca alcanza a todos – ni el dispendio o los impuestos confiscatorios  constituyen ruta alguna para el cambio nuevo .

e)El siglo XX fue turbulento en guerras mundiales , en genocidios y en crisis bélicas permanentes , calientes o frías . Ningún movimiento de futuro puede tener como origen la revolución comunista – como no lo tendría el fascismo o el nacionalsocialismo tras sus espantosas conclusiones - . ¿Cómo cambiar hacia el más oscuro pasado ¿. Contradicción dramática en la que cae Verstrynge cuando en sus encendidos artículos , siempre polémicos e interesantes , parece lamentar la caída del comunismo o más profundo aun, la imposibilidad de su sueño . El Verstrynge de 1986 en el cuestionario publicado en el libro (Los nombres del cambio ) era mucho más atinado al considerar el comunismo como “ algo fuera de la historia, como si usted me hablara ahora de los cátaros “ .
 
El choque de la realidad con el vacío de Podemos puede acabar en la absorción que el sistema haga del revolucionario ( ejemplificado en esa magistral escena de Viva Zapata de Elia Kazan, donde una vez alcanzado el poder  , el revolucionario Zapata se acaba comportando igual que aquellos a los que años atrás desalojó del gobierno ). Es decir, la aparición de la nueva casta , para seguir su lenguaje .

  Pero en el camino de la reabsorción o del caos, y hasta alcanzar la solución, es posible que España , los españoles al fin y al cabo , lejos de solucionar problemas los agranden . Ello no justifica la parálisis . El enfermo morirá con medicinas inadecuadas , pero tambien lo hará si no se la administra medicamento alguno .
  El cambio es imprescindible . Y más profundo de lo que aceptan las elites dirigentes actuales a menudo tan alejadas de la gente .
  Pero ¿ debemos arriesgarnos a cualquier cambio ¿.


     La desembocadura en el profundo crepúsculo de las ideologías que de forma brillante expusiera Gonzalo Fernández de la Mora en 1965 ( las ideologías son la degeneración de la idea, no la inexistencia del pensamiento ) y su contrapunto lógico del gobierno de los mejores, la eficacia y la excelencia terminarían por constituir – invirtiendo el sentido del cambio hacia el vacío de Iglesias – la auténtica salida a la crisis del pasado .
  Lo viejo muere por ineficaz y corrupto . Pero la alternativa no es el caos , salvado el instante inicial del cambio siempre traumático , sino el trabajo bien hecho , el orden natural, los valores y en último término la responsabilidad y la libertad . Ya lo describieron  Ortega y Gasset (El tema de nuestro tiempo, La rebelión de las masas ) y Julián Marías ( la visión responsable ) .

  O antes en el tiempo , Jaime Balmes al advertir : “ si no queréis revoluciones debeis hacer evoluciones “.
   En otro artículo será preciso examinar qué alternativa se debe articular para superar las contradicciones agónicas de ese cambio populista que se propone . Y quienes no pueden hacerla .

¿Y si Podemos depura su discurso y lo somete a la realidad , lo que no es lo mismo que someterlo al sistema ¿. Otros lo hicieron antes que él

 Puede ser , pero las posibilidades serían  aproximadamente las mismas que se tienen de que Pablo Iglesias se corte su preciada coleta .






1 comentario:

  1. Nada nuevo hay en política.
    Desgraciadamente la historia se repite.
    Estas dos premisas que son verdad, verdadera, mucha gente las ignora y toma como novedoso y revolucionario algo ya trasnochado.

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