Sus
películas forman parte de la magia del cine con títulos inolvidables en la
historia del séptimo Arte: La diligencia,
Piratas del mar Caribe, La legión invencible, Río Rojo, El hombre tranquilo,
Hondo, Centauros del desierto, Escrito bajo el sol, Río Bravo, El Álamo, Hatari , El
hombre que mató a Liberty Valance, La taberna del irlandés, Los 4 hijos de
Katie Elder, El gran McLintock, Eldorado, Chisum, Los cowboys o El último
pistolero .
Más de un siglo después de su nacimiento, John Wayne refleja mejor que nadie el espíritu originario de los Estados Unidos de América, su mirada ruda pero noble, la magia de su personaje, los valores que encarnó a lo largo de más de cien películas permanecen vigentes porque eran – son – universales. Un estudio de la antropología a través del cine puede perfectamente analizar las películas de John Wayne y entreverá un modelo masculino perfectamente delimitado, un pensamiento conservador abierto a la aventura y al riesgo ( el espíritu de la frontera ), y desde luego maduro. Algunos indocumentados le llamaron reaccionario…pero como diría John Chisum mirando el horizonte lejano de las tierras y la luz del sol en el amanecer: Las cosas suelen cambiar para mejor. John Wayne y sus películas no son en absoluto reaccionarias sino libres, y – sobre todo – profundamente americanas.
Junto a La diligencia, El hombre tranquilo, Centauros del desierto, Río Bravo y
El hombre que mató a Liberty Valance, su mayor esfuerzo creativo y personal
fue El Álamo ( 1960 ) definida por
John Ford como “ la más grandiosa
película jamás filmada“.
El 9 de septiembre de 1959 un
sacerdote católico bendecía en Brackettville (Texas) el inicio del rodaje de “El Álamo” (The Alamo), la película
producida por la Batjac Company (John Wayne, 1907-1979), bajo la dirección del
propio Wayne que a su vez encarnaría al legendario Davy Crockett. Completaban
el reparto Richard Widmark en el papel de Jim Bowie, Laurence Harvey dando vida
al coronel Travis, Richard Boone como Sam Houston, Linda Cristal (Flaca),
Frankie Avalon (el muchacho Smitty), Chill Wills, Joan O, Brien, Patrick Wayne,
Veda Ann Borg, Jack Pennick… En la fotografía, William H. Clothier, y la música
estaría a cargo del gran Dimitri Tiomkin. El guión –por último– se debe al buen
amigo de Wayne, James Edward Grant.
El
Álamo es una película mítica por muchos conceptos, no sólo por
su deslumbrante estilo visual que alcanza instantes de formidable grandeza
épica (el asalto final al fuerte), dramática (la secuencia emocionante en la
que los sitiados deciden quedarse en el fuerte sabiendo que van a morir) o
romántica (el amor entre Davy Crockett y la bella Graciela Flaca que interpreta
Linda Cristal). A su belleza formal contribuye desde luego la espléndida
fotografía de William H. Clothier, de tonos fordianos, y la maravillosa banda
sonora de Tiomkin, en especial la canción “Las hojas verdes del verano”,
convertida en un clásico desde su primera audición.
Aparte de su estilo, El Álamo
se funda en tres pilares fundamentales: el anhelo de libertad, la fe en la
dimensión trascendente del ser humano, la vida entendida como misión, al estilo
de Eugenio D,Ors. Varias escenas resumen el contenido. Crockett justificando su
sacrificio a la joven Graciela: “Y esto es lo importante: sentirse útil. (…)
Existen el bien y el mal y hay que escoger un camino u otro, si tomas el
primero es la vida, pero si vas por el segundo es como si ya estuvieras muerto
aunque continúes andando”.
O la última noche de los
sitiados cuando uno de los defensores de El Álamo señala tras corroborar la fe
en Dios que otro de sus compañeros ha proclamado (Creo en un Dios todopoderoso, todo clemencia
y todo sabiduría), termina diciendo: “hay que
confiar en las virtudes eternas de los hombres, en lo mejor de sí mismos, el
valor, la honradez y el amor”.
En los años setenta Wayne seguía siendo el icono
de ese heroísmo, en Chisum, de A V
McLaglen , Rio Lobo, de Howard Hawks
, McQ
de John Sturges , en su impresionante despedida cinematográfica , El ultimo pistolero, de Don Siegel (
1976 ) o en la emotiva The Cowboys de
Mark Rydell : una forma de iniciación a
la madurez que alcanza su mayor grado de expresión en el duro aprendizaje de
los adolescentes a las órdenes del viejo vaquero, y sobre todo en el desenlace
, cuando los jóvenes habrán de rematar el trabajo y vengar a su maestro . Es
decir, cuando desprendidos de la figura paterna han de demostrar que han
aprendido a hacerse hombres y que se puede confiar en ellos para seguir
conquistando el futuro .
“The
cowboys “ es una historia de aprendizaje , de valores positivos ,
de esfuerzo, trabajo , responsabilidad y sacrificio …que en 1973 sonaba
conservadora y políticamente incorrecta, y que a la altura de 2021 se antoja
rebelde, aleccionadora …y también políticamente incorrecta .
John Wayne, el héroe americano
, guardará siempre su presencia en los corazones de millones de personas de
todos los lugares y generaciones. Es – sin duda – el poder de la creación
artística.
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